Hija de Dagda y de la diosa madre Morrigan, Brigit es una diosa joven hermosa y de considerable altura, tanto física como espiritual (brig significa alta, sublime).
Aparece a menudo triplicada mediante dos contrafiguras, sus hermanas con las que comparte su autoridad sobre las artes, la música, la poesía, la medicina y la artesanía en los metales.
La triplicación de la figura divina es el intento de potenciarla y amplificarla no es un hecho aislado en la cultura celta. También son numerosas las construcciones votivas con tres figuras femeninas, de las cuales la central es la más importante y lleva en la cabeza un tocado y un niño en el regazo.
Todavía hoy se rinde homenaje a Brigit como señora de la fecundidad durante la fiesta de Oimelc o Imbolc, el 1 de febrero. Según la leyenda ese día, entre llamas de cirios y balidos de corderillos, la bruja Caillach (el invierno) cede el paso a la bella y primaveral Brigit.
La figura de Brigit se asocia a la leche, al fuego perpetuo y a los corderos.
Con la instauración del cristianismo, la diosa que procesaba un fuerte culto entre el pueblo, pasa a ser Santa Brígida a menudo representada entre un rebaño de ovejas.
(El Tarot Celta, Laura Tuan, edit. De Vecchi)
