TRADICIÓN DE BRUJAS, LA MAGIA DE LA DIOSA

lunes, 4 de marzo de 2013

Meditación con cuarzos o cristal de roca

El cuarzo o cristal de roca es un mineral transparente de gran abundancia en la corteza terrestre, considerada sagrada desde tiempos inmemoriales y de gran valor como herramienta de sanación y para limpiar energías. En la actualidad muchas terapias energéticas utilizan los cuarzos como sanación espiritual o la cromoterapia. El cristal de roca debe su nombre al griego krystallos, que significa hielo, ya que la creencia era que el agua era congelada por los dioses.
El cristal de roca está considerado uno de los cristales más beneficiosos y de infinitos usos: otorga la posibilidad de equilibrar todo tipo de desarmonía en el campo energético humano, se puede utilizar como herramienta amplificadora, muy recomendable para la meditación y trabajo interior, canalizador para distintas enfermedades. Remueve las formas negativas del pensamiento, eleva las frecuencias vibratorias y aumenta los dones psíquicos.
Alivia los desequilibrios emocionales, alinea el cuerpo emocional con el etérico, aumenta la comprensión espiritual al igual que la protección natural del cuerpo y facilita la inspiración.
Es un poderoso absorbente de las energías que lo rodean, lo que resulta muy útil para librarnos de los influjos negativos y radiaciones nocivas. Es muy recomendable tener cuarzos en casa.
Una forma excelente de mantenernos llenos de energía es llevar un cristal de roca debidamente limpio, activado y programado como pieza de joyería.
 Ejercicio para un profundo reajuste energético humano. Se necesitan tres cuarzos: un cristal de roca, un cuarzo rosa y un cuarzo ahumado.
Este ejercicio permite cambios profundos en nuestra existencia y un despertar de la sensibilidad hacia todo nuestro entorno.
• Se preparan los tres cuarzos debidamente limpios dejándolos un día en agua y expuestos al sol.
• Es aconsejable realizar este ejercicio cuando dispongamos de tiempo, estemos tranquilos y solos, sin nada ni nadie que nos interrumpa, al menos durante media hora.
• Para crear un ambiente más cómodo encendemos incienso suave y una vela blanca, llevaremos ropa cómoda y nos tumbaremos sobre una superficie plana, para relajarnos prestando atención a la respiración.
• Colocaremos los cuarzos de la siguiente forma: el cuarzo ahumado en el primer chakra, entre las piernas. El cuarzo rosa sobre el cuarto chakra, a la altura del corazón. El cristal de cuarzo en el chakra corona, tocando la cabeza.
• Tras relajarnos unos instantes siendo conscientes de nuestra respiración, visualizamos una luz del color del cuarzo ahumado y entre a través de nuestro primer chakra. Visualizamos esta potente luz ascendiendo hasta llegar a nuestro cuarto chakra.
• A continuación, esa potente luz ahumada se vuelve rosada y visualizamos ascendiendo hasta llegar a la coronilla.
• Finalmente, visualizamos una potente luz que partiendo del cristal de roca sobre nuestra cabeza atraviesa nuestros chakras en sentido descendente, hasta llegar al primer chakra.
• Debemos centrarnos en nosotros y el momento permitiendo que la experiencia nos invada.
• Por ultimo, debemos dedicar unos minutos a observar las sensaciones de respuesta de cuerpo, mente y espíritu. Pueden surgir pensamientos trascendentes, sensaciones inolvidables, vivencias enriquecedoras.