Guía para el
Practicante
Solitario
Scout Cunningham
La Diosa
La Diosa es la Madre universal. Es la fuente de la fertilidad, de infinita sabiduría y de
los cuidados amorosos. Siguiendo la Wicca, Ella posee tres aspectos: la Doncella, la Madre y
la Anciana, que simbolizan las Lunas Creciente, llena y Menguante. Ella es en un tiempo el
campo no arado, la plena cosecha y la Tierra duramente, cubierta de nieve. Ella da a luz
abundancia. Mas, una vez que la vida es un presente suyo, ella la presta con la promesa de la
muerte. Esta no representa las tinieblas y el olvido sino un reposo por la fatiga de la
existencia física. Es una existencia humana entre dos encarnaciones. Una vez que la Diosa es
la naturaleza, toda la naturaleza, Ella es tanto la tentadora como la vieja; el tornado y la
lluvia fresca de primavera; la cuna y el túmulo.
Sin embargo, a pesar de ser hecha de ambas naturalezas, la Wicca la reverencia como
la adoradora de la fertilidad, del amor y de la abundancia, si bien su lado oscuro es también
reconocido. Nosotros la vemos en la Luna, en el silencioso y fluyente océano, es el primer
retoño de la primavera. Ella es la incorporación de la fertilidad y del amor.
La Diosa es conocida como a Reina del paraíso, Madre de los Dioses que crearon los
Dioses, la Fuente Divina, la Matriz Universal, La Gran Madre e incontables títulos mas.
Muchos símbolos son utilizados en la Wicca para honrarla, como el caldero, la copa, el
hacha, flores de cinco pétalos, el espejo, collares, conchas de mar, perlas, plata, esmeralda...
para citar unos pocos.
Por gobernar la Tierra, el mar y la Luna, muchas y variadas son sus criaturas. Algunas
incluirían el conejo, el oso, la lechuza, el gato, el perro, el murciélago, la oca, la vaca, el
delfín, el león, el caballo, el escorpión, la araña y la abeja. Todos son sagrados a la Diosa.
La Diosa ya fue representada como una cazadora corriendo con sus perros de caza;
una deidad celestial caminando por los cielos con polvo de estrellas saliendo de sus pies; la
eterna Madre con el peso de la crianza; la de nuestras vidas y muertes; una Anciana
caminando bajo la luz de la luna buscando los débiles y olvidados, así como muchos otros
seres.
Mas, independientemente de como la vemos, Ella es omnipresente, inmutable, eterna.
El Dios
El Dios también ha sido reverenciado hace eras. El no es la deidad rígida, el
todopoderoso del cristianismo o del judaísmo, tampoco un simple consorte de la Diosa.
Dios o Diosa ellos son iguales, unidos. Vemos al dios en el sol, brillante sobre nuestras cabezas durante el día, naciendo y poniéndose en un ciclo infinito que gobierna nuestras vidas.
Sin elsol, no podríamos existir; por lo tanto el también ha sido mostrado como la fuente de toda
vida, el calor que rompe las semillas adormecidas, trazándolas para la vida, y estimula el
brote verde de la tierra después de la fría nieve de invierno.
EL Dios es también gentil con los animales silvestres. En la forma de Dios cornudo, él
es a veces representado con cuernos en su cabeza, que simbolizan su conexión con todas las
bestias. En tiempos mas antiguos, tiempos mas antiguos, se creía que la caza era una de las
actividades regidas por el Dios, en cuanto a la domesticación de los animales se creía como
actividad de la Diosa.
Los dominios de Dios incluían las florestas intocadas por las manos del hombre, los
desiertos olvidados y las altas montañas. Las estrellas, al ser en verdad soles distantes, son a
veces asociadas a sus dominios.
El ciclo anual del brote, maduración y de la colecta viene siendo asociado al sol, de ahí
los festivales solares de Europa (discutidos mas profundamente en el Capitulo 8 - Días de
poder), los cuales son aún observados en la Wicca.
El Dios es la colecta ya madura, el vino embriagante extraído de las uvas, el grano
dorado que mese en un campo, las manzanas jugosas que penden de ramas verdes en las
tardes de otoño.
En conjunto con la Diosa, también él celebra y rige el sexo. La Wicca no evita el sexo o
habla sobre él por palabras susurradas.
Es una parte de la naturaleza y así es aceptado. Por traer placer, desviar nuestra
conciencia del mundo cotidiano y perpetuar nuestra especie, es considerado un acto sagrado.
El Dios nos imbuye vigorosamente en el deseo que asegura el futuro biológico de nuestra
especie.
Símbolos normalmente utilizados para representar o mostrar al dios incluyen la
espada, cuernos, la lanza, la celda, el oro, el bronce, diamante, a hoz, la flecha, la vara
mágica, el tridente, cuchillos y otros. Criaturas sagradas incluyen al toro, el perro, la cobra, o
pez, el dragón, el lobo, el jabalí, el águila, o halcón, el tiburón, los lagartos y muchos mas.
Desde siempre, el Dios es el Padre Cielo, y la Diosa la Madre Tierra. El Dios es el cielo,
de la lluvia y del relámpago, que desciende sobre la Diosa y se une a ella, esparciendo las
semillas sobre la tierra, celebrando la fertilidad de la Diosa.
Aún hoy, las deidades de la Wicca están firmemente asociadas a la fertilidad, pero
cada aspecto de la existencia humana puede ser asociado a la Diosa y al Dios. Pueden ser
llamados para ayudar a atravesar las vicisitudes de nuestras existencias y traer placer a
nuestras vidas normalmente carentes de espiritualidad.
Esto no significa que cuando ocurran problemas debamos dejarlos en las manos de los
dioses. Esta es una maniobra de fuga, al evitar lidiar con los agujeros en el camino de la vida.
Pero, como Wiccanos nosotros llamamos a la Diosa y al Dios para limpiar nuestras mentes y
ayudarnos la sobrellevarlos. La magia es un excelente medio para esto.
Después de sintonizarse con La Diosa y con El Dios, los Wiccanos piden Su ayuda
durante el rito mágico que normalmente se sigue.
Además de eso, la Diosa y el Dios pueden ayudarnos la cambiar nuestras vidas. Una
vez que las Deidades son las fuerzas creativas del universo (y no sólo símbolos), podemos
llamarlas para fortalecer nuestros ritos y bendecir nuestra magia. Nuevamente, esto va
contra la mayoría de las religiones. El poder está en las manos de cada practicante, y no con
sacerdotes o sacerdotisas especializados que celebran tales hechos para las masas. Es decir lo
que hace la Wicca es ser un medio de vida realmente satisfactorio. Tenemos vínculos
directos con las Deidades.
No necesitamos de intermediarios - sacerdotes, confesores o shamanes. Nosotros
somos los shamanes.
Para desarrollar una relación con La Diosa y con El Dios, una necesidad para los practicantes
de Wicca, puede seguir estos rituales simples.
A la noche, siéntese o permanezca de pie mirando hacia la Luna, si estuviera visible.
Si no, imagine la Luna más llena que ya haya visto con su brillo blanco plateado en la
oscuridad, directamente arriba y delante de usted.
Sienta la suave luz lunar besando su piel. Siéntala tocando y mezclándose a sus
propias energías, mezcladores y formando nuevos patrones.
Vea la Diosa en cualquier forma que desear. Llámela, entonando antiguos nombres,
desearse: Diana, Lucina, Selena. Abra su corazón y su mente para el aspecto de la energía de
la Diosa manifestado en la luz de la Luna.
Repita este proceso diariamente por una semana, de preferencia en el mismo horario
de la noche.
Paralelamente a este ejercicio, sintonícese con El Dios. Al levantarse por la mañana, no
importa cuan tarde sea, quédese de pie delante del Sol (a través de una ventana si es
necesario, o al aire libre si es posible) y bucee en su energía. Piense en el Dios. Visualícelo
como quiera. Puede ser un poderoso guerrero musculoso, irguiendo una lanza en una de las
manos mientras que en la otra lleva a un niño o un racimo de uvas cubierto de rocío.
Puede desear entonar nombres del Dios, como Cernunnos, Osiris, Apolo, así como con
La Diosa.
Si no desear visualizar al Dios (pues la visualización puede imponer limitaciones),
simplemente entre en armonía con las energías que emanan del Sol. Si nubes bloquean el
cielo, aun así las energías del Dios le alcanzarán. Siéntalas con toda su imaginación mágica
Impida que otros pensamientos diferentes perturben su reverencia al Dios. Libere sus
sentimientos; abra su conciencia para cosas más elevadas. Llame por el Dios con palabras
que usted desee. Exprese su antojo de sintonizarse con Él.
Practique estos ejercicios diariamente por una semana. Si desear explorar los
conceptos de la Diosa y del Dios, lea libros sobre mitología de cualquier pueblo del mundo.
Lea los mitos pero busque por los temas fundamentales. Mientras más lea, más informaciones
tendrá en sus manos; al final, usted buceará en un mar de conocimiento desestructurado
pero extremadamente complejo sobre las deidades. En otras palabras, pasará a conocerlas.
Si después de siete días sentir necesidad (o antojo), prosiga con estos ejercicios hasta
sentirse confortable con La Diosa y con El Dios. Ellos tienen siempre están en nosotros y a
nuestro alrededor; necesitamos sólo abrirnos para tal conciencia. Este es uno de los secretos
de la Wicca - El Divino habita en nosotros. En su búsqueda por el conocimiento de los Dioses,
pasee largamente bajo los árboles. Estudie las flores y las plantas. Visite lugares silvestres,
naturales y sienta la energía de la Diosa y del Dios directamente - por el pulsar de energía
proveniente del tronco de un viejo roble, del calor de una piedra calentada por el sol.
Familiarizarse con la existencia de las Deidades es más fácil por el contacto real con tales
fuentes de energía.
A continuación, después de haber alcanzado tal estado, puede ser que desee
establecer un altar o santuario, permanente o temporal, para la Diosa y para el Dios. No
necesita más que una pequeña mesa, dos velas, un incensario y un plato o fuente con frutas,
granos, semillas, vino o leche.
Disposición del Altar
Candela Flores
para la Diosa para el Dios
Incienso
Disposición de un altar simple:
Posicione dos velas en sus soportes en la parte de atrás del altar. La vela de la
izquierda representa la Diosa; la de la derecha, al Dios. Colores son normalmente utilizadas
para distinguirlos; una vela roja para el Dios y una verde para honrar la Diosa. Esto
concuerda con las asociaciones naturales de la Wicca, pues el verde y el rojo son antiguos
colores mágicas conectadas a la vida y a la muerte. Otros colores pueden ser utilizados -
amarillo u oro para honrar el Dios, blanco o plata para la Diosa.
Posicione el incensario delante y entre esas velas, y delante de este el plato o la fuente de
ofrendas. Un florero con flores de la estación puede también ser añadido, así como
cualesquier objetos personales, como cristales, fósiles y frutas secas.
Para iniciar un ritual simple a los Dioses en su altar, quédese de pie delante de él con
una ofrenda de alguna especie en su mano.
Encienda las velas y el incienso, posicionando la ofrenda dentro del plato o de la fuente, y
profiera palabras como estas:
Señora de la Luna, de los mares incesantes y del brotar de tierra,
Señor del Sol y de las criaturas silvestres,
Acepten esta ofrenda que aquí deposito en su homenaje.
Concédanme la sabiduría para percibir su presencia en toda la naturaleza,
Oh antiguos.
De pie, permanezca por algunos minutos mentalizando las deidades y pensando en su
creciente relación con ellas. Siéntalas dentro y alrededor de usted. A continuación, extinga las
llamas (use sus dedos, un apagador de velas o la lámina de una vela.) No las sople.
Deje que el incienso queme hasta el fin, y vuelva la sus actividades normales.
Si desear, vaya hasta el altar una vez por día en un horario determinado. Puede ser al
levantarse, poco antes de ir a dormir, o después del almuerzo. Encienda las velas, entre en
sintonía y en comunión con La Diosa y con El Dios. Esto no es necesario, pero el ritmo
constante creado por este ciclo es benéfico y mejorará su relación con las deidades.
Devuelva a la Tierra las ofrendas dejadas en el altar al final de cada día o después de
cada ritual.
Si no pudiera montar un altar permanente, ajústelo cada vez que sentir la necesidad
de usarlo, guardando a continuación los instrumentos.
Si este rito es formal demasiado para su gusto, altérelo o cree su propio. Esta es la
base de este libro: haga las cosas a su modo y no del mío, sólo porque las pasé en el papel.
Es imposible ajustar mi pie dentro de la huella de alguien en la arena. No existe un modo
único y correcto en la Wicca; tal pensamiento pertenencia a las religiones monoteístas que en
su mayoría se hubieron hecho instituciones políticas y mercantiles.
Descubrir a las deidades de la Wicca es una experiencia sin fin. Ellas normalmente se
presentan por cuenta propia. Como dicen los shamanes, "esté atento". Toda la naturaleza nos
está cantando Sus secretos. La Diosa constantemente aleja Su velo; el Dios ilumina con
inspiración y esclarecimiento. Es que Nosotros no percibimos. No se preocupe con lo que los
otros puedan pensar se enteran que usted estuvo armonizándose con una Diosa de 20.000
años.
Los sentimientos y pensamientos de ellos acerca de su religión no acarrean consecuencias. Si
siente la necesidad de ocultar sus experiencias de los otros, simplemente hágalo, no por
miedo o vergüenza, pero porque realmente transitan caminos diferentes.
No todos están listos para la Wicca.
Algunos dirán que nosotros (y cualquier otros que no sigan sus rituales o abracen su
religión) estamos alabando a Satán. Tales personas no consiguen creer que cualquier religión,
además de la suya, pueda ser profunda, gratificante y verdadera para aquel que en ella cree.
Así, se alabe al Dios y la Diosa, ellos dicen, estamos negando todo el bien y alabando a
Satán, la encarnación de toda la negatividad y del mal.
Los Wiccanos no son tan radicales. Presumir que una dada religión es el único camino
para llegar a lo Divino es tal vez la mayor de las vanidades humanas. Tales creencias
hubieron causado incalculables derramamientos de sangre y el surgimiento del odioso
concepto de las guerras santas.
La base de tal error parece ser el concepto de un ser incorrupto, puro y positivo - Dios. Si esa
deidad es la suma de todo el bien, sus seguidores creen que también deba haber un ser
correspondiente negativo. Tenemos, así, a Satán.
La Wicca no concuerda con tales ideas. Reconocemos los aspectos obscuros de la Diosa
y del Dios de igual manera como reconocimos los claros. Todo en la naturaleza es compuesto
de opuestos, y esta polaridad reside también en nosotros mismos. Las más obscuras
características humanas, así como las más brillantes, están guardadas en nuestros
inconscientes. Solamente nuestra capacidad de superar los antojos destructivos, canalizando
tales energías para pensamientos y actos positivos, es capaz de separarnos de los asesinos
masivos y de los psicópatas.
Sí, el Dios y la Diosa tienen aspectos obscuros, pero no debemos temerlos. Analice
algunas manifestaciones de Sus poderes. Una inundación devastadora trae suelo rico en el
cual florecerán nuevas plantas. La muerte trae una mayor apreciación de la vida para los que
quedan y reposo para lo que parte. "Bien" y "mal" son generalmente idénticos en su
naturaleza, dependiendo del punto de vista adoptado.
Además, de todo apenas siempre surgirá un bien.
Para sus practicantes, toda y cualquier religión es real, el artículo original. Jamás
habrá una religión, un profeta o un salvador que satisfará la todos los cinco billones de
humanos. Cada un de nosotros debemos encontrar nuestro modo ideal para armonizarnos con
El Divino. Para algunos, este modo es la Wicca.
Los Wiccanos enfatizan los aspectos brillantes de las deidades porque esto nos da un
propósito para crecer y evolucionar a los aspectos más elevados de la existencia. Cuando la
muerte, la destrucción, el dolor y la ira surgen en nuestras vidas (lo que es normal), nos
podemos volver para la Diosa y para el Dios y saber que eso es también una faceta de ellos.
No necesitamos atribuirle a un demonio esos aspectos naturales de la vida y apelar a
un dios puro y casto que nos libre de ellos.
Al comprender a la Diosa y al Dios, pasamos a entender la vida, pues ambos están
intrínsecamente conectados. Viva su vida terrenal llenamente, pero intente también ver los
aspectos espirituales de sus actividades. Acuérdese, el físico y el espiritual nada más son
reflejos uno del otro.
Cuando dicto cursos, una cuestión suele surgir a menudo: "Cuál es el sentido de la
vida?" Puede venir acompañada de una risa, pero esta es una cuestión que, si respondida,
satisface todas las otras que pueda haber. Es el problema en el que todas las religiones y
sistemas filosóficos han luchado para resolver.
Cualquiera puede encontrar la respuesta con la simple técnica de vivir y observar la
vida. A pesar de cada persona encuentre una respuesta diferente, podemos encontrar
nuestras respuestas juntos.
La Diosa y el Dios son tanto lo bello y el oscuro de la naturaleza. No hacemos culto la
naturaleza de ese modo; algunos Wiccanos probablemente dirían que ni siquiera hacen culto
la Diosa y el Dios. Nosotros no nos encorvamos ante las deidades; nosotros trabajamos con
Ellos para crear un mundo mejor.
Es decir lo que hace de la Wicca una religión verdaderamente participativa.