TRADICIÓN DE BRUJAS, LA MAGIA DE LA DIOSA

domingo, 4 de noviembre de 2012

REIKI UNIVERSAL

R E I K I

Universal
Usui, Tibetano, Kahuna y Osho
Maestro JOHNNY DE’CARLI

PRIMER NIVEL

¿Qué es el Reiki?

Reiki es una palabra japonesa que significa energía vital universal; en la actualidad, esa palabra se está utilizando para identificar el Sistema Usui de Curación Natural (Usui Shiki Ryoho), nombre dado en homenaje a su descubridor, Mikao Usui.
Reí significa universal y se refiere a la parte espiritual, a la esencia energética cósmica, que interpenetra todas las cosas y circunda todos los lugares.
Ki es la energía vital individual que rodea nuestros cuerpos, manteniéndolos vivos, y está presente, fluyendo, en todos los organismos vivos; cuando la energía Ki sale de un cuerpo, ese cuerpo deja de tener vida.
El Reiki es un proceso de encuentro de esas dos energías: la energía universal con nuestra porción física, y ocurre después de que la persona es sometida a un proceso de sintonización o iniciación en el método, hecho por un maestro capacitado.
El Reiki es una energía semejante a ondas de radio, y puede ser aplicada con eficacia, tanto localmente como a distancia; no es como la electricidad, no produce cortocircuitos, no destruye los nervios ni los tejidos más frágiles. Es una energía inofensiva, sin efectos secundarios, sin contraindicaciones, compatible con cualquier tipo de terapia o tratamiento. Es práctica, segura y eficiente, y, por medio de la técnica, equilibra los siete chakras o centros de fuerza sutil de energía, localizados entre la base de la columna y la parte superior de la cabeza.
Cuando hacemos uso de la energía Reiki estamos aplicando energía-luz, tratando de recuperar y mantener la salud física, la mental, la emocional y la espiritual; es un método natural de equilibrar, restaurar, perfeccionar y curar los cuerpos, creándole un estado de armonía al ser.



Reiki. Ventajas y beneficios

El Reiki se encuentra al alcance de todos, inclusive de los niños, ancianos y enfermos. Todos podemos ser un canal de Reiki; no existe límite de edad, ni exige ninguna condición previa.
El entrenamiento de la técnica no dura mucho, y cada nivel puede enseñarse en seminarios de un solo día.
La técnica es segura, sin efectos secundarios ni contraindicaciones, siendo compatible con cualquier otro tipo de terapia o tratamiento.
No es un sistema religioso o filosófico que proponga restricciones ni tabúes. No utiliza talismanes, rezos, mentalizaciones, visualizaciones, fe, ni ningún objeto, para su aplicación práctica.
Esta técnica no queda obsoleta; sigue siendo la misma desde hace millares de años.
Tras la sintonización energética que ocurre durante el seminario, usted podrá aplicar Reiki, inmediatamente, durante el resto de su vida, a pesar de que deje de practicarlo durante un largo periodo; y no existe la necesidad de una nueva activación para el mismo nivel.
La energía no está polarizada, no tiene positivo ni negativo (yin y yang).
El Reiki es semejante a una onda de radio, y puede aplicarse adecuadamente en el mismo lugar o a distancia.
Está por encima del tiempo y el espacio, permitiendo de esta forma reprogramar acontecimientos pasados y coordinar acontecimientos futuros.
La energía no es manipulativa; el practicante coloca simplemente las manos y la energía fluye en la intensidad y en la calidad determinada por quien la recibe.
No es necesario desnudar al paciente durante la aplicación, pues la energía penetra a través de cualquier cosa.
El terapeuta no necesita conocer el diagnóstico de la patología para efectuar con éxito el tratamiento.
El Reiki energiza y no desgasta al practicante, pues la técnica no utiliza el “Chi” o “Ki” del practicante, y sí la Energía Vital del Universo.
El Reiki es un recurso óptimo para equilibrar los siete chakras principales, que están localizados desde la base de la columna a la parte superior de la cabeza.
El Reiki alivia rápidamente los dolores físicos.
Considera a la persona de forma holística, en los cuerpos físico, emocional, mental y espiritual, no teniendo en cuenta solamente la supresión de la patología, sino devolverla a un estado natural y deseable de bienestar y felicidad. La práctica Reiki está incorporada al contexto de las prácticas terapéuticas alternativas reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (O.M.S).
Puede utilizarse tanto en el tratamiento de uno mismo, como en el tratamiento de otras personas, plantas y animales.



Cómo funciona el Reiki

La cultura occidental está basada en una concepción newtoniana-cartesiana, que apuesta por el estudio de las partes para llegar al todo. Esta concepción se encuentra hoy muy cuestionada; la propia física cuántica, a través de investigaciones sobre el átomo y la energía nuclear, demuestra que, en el nivel más ínfimo, la materia es al mismo tiempo energía.
Los científicos modernos han analizado el mundo con un grado increíble de sofisticación. El mundo material está dividido en partículas cada vez más pequeñas y, al final, lo que encontramos son ondas de energía (cuantos). Descubrimos la verdad simple de que la energía precede a la materia, así como las emociones y pensamientos preceden a la acción.
Esa visión del mundo, nueva en Occidente, antiquísima en el Oriente, propone que todo lo que existe es energía. La energía es la realidad básica que se condensa, se equilibra y forma la materia.
Con la formula moderna de Albert Einstein (E = mc2) quedó probado científicamente que materia y energía son convertibles e intercambiables. Por ejemplo, los elementos plutonio y uranio enriquecidos pueden ser transformados en energía pura (explosiones), como ocurrió en Hiroshima y Nagasaki; y también que se puede transformar la energía en materia, ya que son dimensiones de la misma realidad.
Desde los tiempos de las medicinas china, tibetana e india, e incluso desde la época de los alquimistas medievales, existen técnicas milenarias que nos enseñan que la materia, efectivamente, se transforma y puede ser moldeada con la intervención de una energía mayor.
La energía es energía; no existe energía mala; solamente existe energía bien o mal dirigida. En una persona sana, la energía atraviesa libremente por nuestro cuerpo físico, fluyendo por “caminos”: chakras, meridianos energéticos y nadis. También rodea al campo energético, al cual denominamos aura. Esa fuerza energética nutre nuestros órganos y células, y regula las funciones vitales; cuando se bloquea esa energía y se interrumpe la circulación de esa energía, ocurre una disfunción en los órganos y tejidos de nuestro cuerpo.
En virtud de excesos físicos, emocionales, mentales y espirituales, liberamos energías, y esas liberaciones generan “nudos energéticos” o “bloqueos energéticos” que interrumpen o impiden el flujo normal de la energía vital, originando una disfunción en los órganos y tejidos del cuerpo, lo que, en consecuencia, causa la enfermedad, en razón del funcionamiento deficiente o el mal funcionamiento de los órganos y de las glándulas.
La técnica Reiki utiliza la energía total, de la cual está constituido todo el universo; es esa energía original de todo y de todos los seres la que captamos y canalizamos tras la iniciación (sintonización) y activación de los centros energéticos (chakras).
Después de estar sintonizados, pasamos a ser canales de esta energía cósmica, pudiendo así dirigirla colocando las manos sobre la zona afectada. Las manos emiten vibraciones que disuelven los nudos perjudiciales. De este modo, llegamos a intervenir efectivamente en la materia, en otros campos de energía y en la conciencia, lo que conduce a un estado natural de bienestar, plenitud, armonía y equilibrio.
El Reiki cura al pasar a través de la parte afectada de nuestro campo energético, elevando el nivel vibratorio dentro y fuera de nuestro cuerpo físico, donde se alojan sentimientos y pensamientos en forma de nódulos energéticos, que actúan como barreras para nuestro flujo normal de energía vital; son muchos los que conviven con esas barreras a lo largo de toda una vida, reduciendo al mínimo su calidad de vida.
En una sesión de Reiki, la cantidad de energía recibida por el paciente está determinada por el propio paciente, toda vez que el terapeuta reikiano se limita a dirigir la energía y el proveedor (el Cosmos) la entrega de forma ilimitada.