También llamado escarabeo, es uno de los símbolos más antiguos usados para la protección. Ya los antiguos egipcios veneraban este animalillo usando su figura como amuleto o talismán, bien era para protegerse de enfermedades o para que otorgara poderes excepcionales, como la videncia y descubrir las cosas que permanecen ocultas. Ellos creyeron ver en el escarabajo al dios de la renovación Jepri y simbolizaba la transformación constante de la vida, por lo tanto es un símbolo solar relacionado con la resurrección y la renovación eterna de los ciclos.
Como talismán, da poder y fuerza diaria y aportaba en la muerte la posibilidad de resucitar y obtener vida eterna.
Permite que veamos las cosas que nos suceden de una forma más racional, despertando el intelecto.
Este amuleto puede ser un buen acompañante cuando nos encontramos en una encrucijada en la cual un ciclo termina y comienza otro, ese cambio que a veces resulta difícil de comenzar y asimilar, semejante a la muerte de una parte de nuestra vida y al renacer de otra.
Como talismán, da poder y fuerza diaria y aportaba en la muerte la posibilidad de resucitar y obtener vida eterna.
Permite que veamos las cosas que nos suceden de una forma más racional, despertando el intelecto.
Este amuleto puede ser un buen acompañante cuando nos encontramos en una encrucijada en la cual un ciclo termina y comienza otro, ese cambio que a veces resulta difícil de comenzar y asimilar, semejante a la muerte de una parte de nuestra vida y al renacer de otra.
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